lunes, 12 de agosto de 2024

Efecto Forer o el porqué tantas personas creen en los Horóscopos

 Desde hace mucho tiempo, hemos visto que muchas personas, sobretodo los jóvenes, son fieles seguidores de revisar su horóscopo semana tras semana para ver qué les deparará el futuro según su día de nacimiento y su signo zodiacal. Tan es así, que hemos visto esta sección en demasiadas revistas, periódicos, programas de televisión en cadena nacional, y ,actualmente, miles de cuentas en redes sociales.

La mayoría de los científicos, y los aficionados de la ciencia, ven a la Astrología como una pseudociencia o como un fraude, esto porque no tiene su base en el método científico, pero muchos otros la ven como una verdad absoluta; así que la pregunta es ¿a qué se debe esto? ¿por qué la astrología y sus horóscopos tienen tantos seguidores y “creyentes”?.

Ya se han dado algunas respuestas a esto, dentro de ellas está el “Efecto Forer”, también conocido como “efecto Barnum” o “falacia de validación personal”. Este efecto, no es más que la manifestación de una forma de prejuicio o sesgo cognitivo que consiste en la facilidad con que algunas personas creen las evaluaciones, aseveraciones o los comentarios acerca de su vida, o su personalidad, hechas por algunos “expertos” o “fuentes confiables”, quienes emiten informaciones muy ambiguas y generales que son válidas para la mayoría de las personas. Es decir, transformamos una descripción vaga y confusa en una descripción única que parece estar hecha para cada uno en especial.

Por ejemplo, imaginemos que el horóscopo de hoy dice: "Te sentirás cansado en el trabajo, pero si te esfuerzas te encontrarás ampliamente satisfecho"... Es una descripción que perfectamente podemos tomar como "nuestra", porque ¿quién no se cansa de trabajar? ¿y quién no se siente satisfecho tras haber cumplido sus objetivos?. Todos nos sentiremos reflejados y tenderemos a pensar que realmente es algo hecho para nosotros y que describe lo que estamos viviendo.


Para demostrar esto, el psicólogo Bertram R. Forer, en 1948, le propuso un experimento a sus alumnos: ellos debían de hacer un test de personalidad y, a partir de sus respuestas, les haría un perfil psicológico a cada uno. Cuando los alumnos le entregaron sus tests, Forer se fue, “estudió” los resultados y trajo un análisis para cada alumno mostrando sus características psicológicas. Forer pidió que calificaran la exactitud de los resultados en una escala de 0 a 5, donde el 5 significaba que el alumno sentía que los resultados eran excelente y acertados, mientras que un 4 expresaba que los resultados habían sido buenos. El promedio de la evaluación de la clase fue de 4.26 ; es decir, los alumnos consideraron que el resultado realmente definía sus personalidades.  Quizás no suena tan sorprendente, al fin y al cabo Forer era un gran psicólogo y tenía experiencia en estas cosas. Lo realmente sorprendente en esto, fue el hecho  de que les había dado el mismo análisis a todos los alumnos. Forer no había mirado ni siquiera los tests de personalidad. Había hecho la descripción psicológica antes de que sus alumnos empezaran a responder al test y le había dado la misma a cada uno. Y no solo eso, también aceptó que tomó estas aseveraciones de distintos horóscopos que había recopilado.

La descripción usada fue la siguiente: “Tienes la necesidad de que otras personas te quieran y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Disciplinado y controlado hacia afuera, tiendes a ser preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas.”

Así es como funcionan los horóscopos, y algunos test de personalidad, dando descripciones vagas que todo el mundo puede tomar como personales.


Experimentos como el de Forer ha sido repetido muchas más veces, obteniendo resultados muy parecidos (las personas evaluadas no acostumbran a puntuar con menos de un 4 sobre 5 la precisión del análisis).

El efecto Forer suele estar relacionado con el sesgo cognitivo de confirmación, y en parte debe su éxito a ello. El sesgo de confirmación ocurre cuando lees una predicción astrológica que confirma tus propias creencias. Por ejemplo, si te sientes un poco triste o desanimado y tu horóscopo dice que “vienen momentos complicados de los que saldrás airoso”, está confirmando cómo te sientes; te da la razón y no hay nada más que nos agrade que tener la razón, por lo que se le toma como una verdad y algo confiable.


Este efecto se acentúa cuando una descripción sobre nosotros mismos nos dice algo bueno. La gente tiende a aceptar afirmaciones sobre ellos mismos proporcionalmente a su deseo de que esas afirmaciones sean ciertas, y no en relación a la exactitud empírica de las afirmaciones medidas de forma objetiva. Esto confirma el principio de la evaluación de la personalidad: “el principio Pollyanna”. Este principio sugiere que hay una tendencia general a  aceptar comentarios positivos más fácilmente que comentarios negativos.


Además de las descripciones positivas, también hay más aspectos que potencian el efecto Forer. Por ejemplo, creeremos más en una descripción "individual" que en una general. Si vamos a que alguien nos lea nuestro horóscopo, creeremos mucho más su descripción que si la hubiéramos leído en un periódico.


Otro aspecto que también lo potencia es la autoridad del evaluador; es decir, si nos dice el horóscopo un astrólogo "profesional" o famoso , lo creeremos con más intensidad que si nos lo dice nuestro vecino. La causa es evidente, crea la ilusión de que para preparar un horóscopo se necesita práctica y que no es ningún juego.


Desde luego, resulta sorprendente que, a pesar de carecer de cualquier argumento o base científicos, distintos sistemas de adivinación se acerquen tanto a la realidad. Por lo que a esto respecta, la psicología ha aportado la explicación ya descrita.

Así pues, casi todos somos vulnerables al efecto Forer, aún más cuando está relacionado a prácticas como la astrología, grafología, lectura de auras y demás. Solamente resta que cada uno de nosotros decida si apegarse mucho a ellos o entenderlo como lo que son, aseveraciones que no realmente dictan lo que somos ni lo que nos pasará.




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